"Hombre soy; nada humano me es ajeno"
Terencio
Aunque fue el año pasado, apenas hace un mes, estimados alumnos de 1º de bachillerato, que hemos debatido sobre cuestiones y preguntas en torno a las redes sociales y el tipo de relaciones que se entablan en ellas, analizando y valorando los aportes y riesgos que entraña esta nueva forma de interactuar con la gente. Hablamos de Tuenti y hablamos de Facebook, y nos esforzamos por ver qué tenía que ver todo ese nuevo mundo de contactos virtuales con la filosofía, que era la disciplina que debíamos estudiar en clase. Y os acordareis de que para arrojar luz a las zonas más oscuras de la red recurrimos a las enseñanzas de los clásicos sobre la amistad: Aristóteles y Epicuro fundamentalmente.
Pues bien, al parecer (como podemos leer en el artículo del enlace) no éramos los únicos. Los profesionales de la filosofía andaban agitados e inquietos con dilemas y disquisiciones semejantes a las que a nosotros nos acuparon los viernes durante un par de meses. Y también ellos tuvieron que responder a la pregunta de ¿por qué tendrían los filósofos que ocuparse de Facebook, cuando lo suyo siempre han sido los asuntos trascendentales, como aquello de encontrar el sentido de la vida, o hacia dónde vamos y de dónde venimos?
Vosotros vertíais el resultado de nuestras investigaciones y aportaciones en una disertación filosófica que al final se convirtió en un examen, con nota y todo. Ellos, los filósofos de universidades del mundo entero, han reunido sus opiniones en un libro titulado Facebook y la filosofía. Es curioso ¿verdad?, durante un momento, todos, tanto ellos como nosotros, nos resistimos a mostrarnos indiferentes ante tan humano asunto.
Facebook: la filosofía del placer (sigue leyendo)
Pues bien, al parecer (como podemos leer en el artículo del enlace) no éramos los únicos. Los profesionales de la filosofía andaban agitados e inquietos con dilemas y disquisiciones semejantes a las que a nosotros nos acuparon los viernes durante un par de meses. Y también ellos tuvieron que responder a la pregunta de ¿por qué tendrían los filósofos que ocuparse de Facebook, cuando lo suyo siempre han sido los asuntos trascendentales, como aquello de encontrar el sentido de la vida, o hacia dónde vamos y de dónde venimos?
Vosotros vertíais el resultado de nuestras investigaciones y aportaciones en una disertación filosófica que al final se convirtió en un examen, con nota y todo. Ellos, los filósofos de universidades del mundo entero, han reunido sus opiniones en un libro titulado Facebook y la filosofía. Es curioso ¿verdad?, durante un momento, todos, tanto ellos como nosotros, nos resistimos a mostrarnos indiferentes ante tan humano asunto.
Facebook: la filosofía del placer (sigue leyendo)
Parece que todo lo importante pasa hoy en las redes sociales... no estoy nada segura de que eso sea así, ya se nos pasará la fiebre. Reconozco que no he dedicado tiempo a pensar en esta cuestión. De momento no estoy en Facebook y me va bien.
ResponderEliminarMás que pasar EN las redes, yo diría que muchas de las cosas importantes que en la actualidad ocurren pasan POR las redes. Tanto el origen de esas cuestiones de importancia como el efecto que más tarde vaya a tener su tratamiento o difusión, pueden darse fuera de estas redes, pero pienso que difícilmente ya sin pasar por ellas. El innegable éxito del que gozan a la hora de “enredar” a un número de personas en constante aumento, ensanchando así la dimensión social de éstas, bien merece unos instantes de reflexión.
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